Aprender cómo funcionan las marchas de los coches es algo elemental cuando estás en el proceso de empezar a estar detrás del volante para obtener el carnet de conducir. En realidad el tema de las marchas de los coches es uno de los aspectos más confusos para la mayoría de los conductores primerizos. Por ello es apropiado que te familiarices con sus características y reglas desde las etapas más iniciales de tu aprendizaje.
Teniendo en cuenta esa importancia desde Echeverría te explicamos cómo funcionan las marchas de los coches de una manera clara y sencilla. Todo esto con la intención de que puedas entender la teoría que hay detrás de uno de los aspectos prácticos más elementales de la conducción vehicular.
¿En qué consisten las marchas de los coches?
En resumidas cuentas las marchas de los coches son diferentes posiciones que va asumiendo la unidad motriz del vehículo a lo largo de su funcionamiento. El propósito de estas marchas es que el vehículo pueda desarrollar patrones diferentes en cuanto a su potencia y velocidad. Por ese motivo las distintas marchas de los coches son un factor elemental a la hora de conducir, pues una buena parte del funcionamiento del vehículo durante su circulación en la carretera depende de estos cambios mecánicos.
Por esa misma relevancia todos los conductores deben conocer como se cambian las marchas de los coches antes de conducir alguno. Esto también implica que deben aprender a determinar cuál es la marcha más apropia en cada momento según la velocidad deseada y según el tipo de carretera en la que se encuentran.
Fijarse en las revoluciones del motor es una excelente forma de intuir como deben estar las marchas del coche, ya que si estas son altas entonces habrá que optar por una marcha superior. En cambio, si las revoluciones son bajas y por ello el coche pierde potencia entonces el conductor tendrá que bajar la marcha que esté usando.
¿Cuántas marchas hay en los coches?
El número exacto de marchas en los coches es algo que depende de forma directa del modelo que se está conduciendo, pues todo varía según la potencia del motor o el lugar de fabricación del coche. Es importante que también se deje a un lado los modelos automáticos porque estos coches funcionan bajo un sistema de marchas muy diferente a los manuales.
Lo habitual es que un vehículo convencional cuente con 5 o 6 marchas. A ello se le suma otra marcha que es para el retroceso y también hay una neutra que se mantiene en uso cuando el coche está detenido por completo. Las 5 o 6 marchas restantes se pueden subdividir en dos grandes grupos:
- Desde la primera hasta la tercera se crea un grupo conocido como las marchas cortas y se trata de posiciones que ofrecen bastante potencia pero una velocidad muy limitada. Por ese motivo son muy utilizadas en la ciudad y en vías con limitaciones de velocidad muy bajas. También se aconsejan cuando se tiene que conducir en una pendiente muy pronunciada.
- La cuarta, la quinta y la sexta marcha son conocidas como marchas largas y son aquellas que dan muy poco potencia al vehículo, pero al mismo tiempo pueden alcanzar altas velocidades. Son la alternativa predilecta al conducir por autovías y autopistas, sobre todo porque son las únicas que permiten alcanzar las velocidades que estas vías imponen para la conducción.
Para tu conveniencia, desde nuestra autoescuela te ofrecemos todo el acompañamiento educativo que necesitas para que el control de las diferentes marchas de los coches sea un aspecto sencillo para ti desde las primeras etapas del aprendizaje. Contacta con nosotros si deseas obtener más información al respecto.
